Una llave es un operador técnico o instrumento que se usa para abrir y cerrar las puertas que llevan incorporada una cerradura. Cuando se inventaron las primeras cerraduras eran grandes cajas metálicas que necesitaban para abrirse llaves de hierro muy grandes y pesadas. Sin embargo en siglo XX ha habido una evolución muy grande en el diseño de nuevos sistemas de cierre de puertas que ha ocasionado una gama actual de tipos de llaves muy amplia y variada. La mayoría de llaves son de acero, pero en los automóviles u otras dependencias ya se usan llaves que llevan incorporado un sistema electrónico para abrirlas a distancia sin necesidad de introducir la llave en la cerradura, solamente se introduce cuando deja de funcionar el dispositivo electrónico de apertura a distancia estas llaves sirven asimismo para iniciar la puesta en marcha del motor del automóvil. La llave común consiste en una pieza de metal con dientes o surcos que tiene la forma de la cerradura y se utiliza para abrirla introduciéndola en ella y girando. La cabeza de la llave es más ancha y plana para permitir efectuar el giro de la llave cuando se abre o se cierra la puerta. Cada fabricante de cerraduras fabrica una serie completa de llaves diferentes para que no se puedan abrir una cerradura con las llaves de otra cerradura del mismo modelo. Las llaves modernas de las habitaciones de hotel, son una simple tarjeta de plástico donde se codifica un periodo de validez de acuerdo con la estancia de los clientes en el hotel, y además sirve como interruptor general de la electricidad cuando se abandona la habitación. Las llaves para activar la apertura de puertas controlado como por ejemplo las de accesos a aparcamientos privados de automóviles son unos dispositivos electrónicos que actúan a distancia, abriendo y cerrando la puerta cuando se le indica. Las llaves antiguas eran como un tubo redondo de hierro con una paleta al final, las cerraduras antiguas usaban ese tipo de llaves.